Actualidad

Una molécula pionera para el tratamiento de la enfermedad inflamatoria intestinal

Las enfermedades inflamatorias intestinales son un grupo de afecciones inflamatorias crónicas que pueden afectar gravemente a la calidad de vida del paciente y que no tienen un tratamiento eficaz. Investigadores de la Universidad de Barcelona (UB) participan en un consorcio público-privado para desarrollar un prometedor fármaco diseñado para abordar eficazmente la inflamación que provocan estos trastornos, reduciendo considerablemente los efectos secundarios de los tratamientos actuales.

El innovador fármaco tiene un mecanismo de acción único basado en la plataforma tecnológica Foldikine©, de la empresa Orikine, basado en ingeniería de citocinas biespecíficas. El objetivo del proyecto, de tres años de duración, es llevar a esta prometedora molécula hasta las puertas de los estudios clínicos con humanos.

«La enfermedad inflamatoria intestinal sigue siendo una necesidad médica importante no satisfecha y este enfoque podría mejorar la calidad de vida de los pacientes, especialmente para aquellos que todavía no responden, o que con el tiempo pierden la capacidad de respuesta, a las terapias actuales», explica Giuliana Magri, investigadora de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud y coordinadora del laboratorio de Inmunidad de Mucosa en la Unidad de Inmunología de la Universidad de Barcelona-Campus Clínic, que lidera la participación de la UB en el proyecto. Se trata de un consorcio encabezado por Orikine, una spin-off del Centro de Regulación Genómica (CRG), que cuenta con la participación de investigadores del CRG y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Una molécula dual para controlar la inflamación

Aunque las causas que conducen al desarrollo de las enfermedades inflamatorias intestinales no se conocen del todo, estos trastornos dependen en gran medida de la interacción del entorno con el sistema inmunitario. En este contexto, las citoquinas son biomoléculas de gran interés potencial como agentes terapéuticos, debido a su papel clave en la modulación del sistema inmunitario y en el mantenimiento de la homeostasis en los tejidos.

A pesar de este potencial, sólo existe un puñado de citoquinas aprobadas con fines terapéuticos. «El motivo es que muchas de ellas pueden tener efectos secundarios adversos, ya que no son suficientemente específicas y suelen dirigirse a distintos tipos de células, lo que se añade a sus altos costes de producción», explica Giuliana Magri.

Las Foldikines son moléculas diseñadas para controlar la respuesta inmunitaria con precisión, ofreciendo un potencial terapéutico sin precedentes para hacer frente a enfermedades autoinmunes e inflamatorias. “Mediante este enfoque innovador y único, se están abriendo nuevas posibilidades para tratamientos en los que las terapias tradicionales basadas en citocinas clásicas no han logrado éxito en las fases clínicas”, añade la investigadora de la UB.

En este contexto, el nuevo consorcio ha desarrollado, gracias a tecnologías de diseño de proteínas de última generación, una molécula dual biespecífica llamada Folkidina-1 (FLDK-1), que permite desacoplar las diferentes funciones de esta citocina. «Es decir, es capaz de activar las funciones antiinflamatorias de la citocina y desactivar las proinflamatorias para minimizar los efectos secundarios sobre los pacientes», detalla Giuliana Magri.

Experimentos con muestras de pacientes

A partir de este concepto dual ideado por Orikine, el objetivo del consorcio es optimizar una molécula candidata para llevar a cabo el desarrollo preclínico del fármaco. En este proceso, el CRG es el responsable de la mejora de la molécula, mediante técnicas computacionales in silico, de la FLDK-1, utilizando la plataforma de software ModelX y FoldX, que permite el diseño de citocinas y folkidinas mejoradas.

Orikine será el encargado de diseñar, producir, purificar y probar la función de las variantes seleccionadas, mientras que el equipo CSIC probará la molécula en diferentes modelos animales de enfermedad inflamatoria intestinal.

Por último, el equipo de la UB tendrá un rol clave, ya que será el encargado de demostrar el potencial terapéutico y la eficacia de la nueva molécula en muestras de pacientes, un paso crítico en el desarrollo del futuro fármaco.

De esta forma, el resultado de este ambicioso proyecto será una molécula preparada para empezar la fase de estudios preclínicos regulatorios CTA (Clinical Trial Application) o IND (Investigational New Drug) para avanzar la molécula en las posteriores fases clínicas, con el apoyo de una importante evidencia in vitro e in vivo de su eficacia, confirmando los resultados anteriores obtenidos por Orikine.

El proyecto, con referencia SCPP2300C010468XV0 y de tres años de duración, espera desarrollar FLDK-1, un fármaco potente y selectivo «first-in-class» para el tratamiento de la enfermedad inflamatoria intestinal. Por ello, la Universidad de Barcelona ha obtenido una financiación de 258.149 euros en el marco de la línea de proyectos de colaboración público-privada, convocatoria 2023 financiada por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, la Agencia Estatal de Investigación y FEDER.

Giuliana Magri, investigadora de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud y coordinadora del laboratorio de Inmunidad de Mucosa en la Unidad de Inmunología de la Universidad de Barcelona-Campus Clínic.

Comparte esta entrada:

Utilitzem cookies de tercers amb finalitats tècniques i analítiques. Si continua navegant vol dir que accepta la nostra política de cookies. Més informació,plugin cookies política de cookies.

ACEPTAR
Aviso de cookies