Víctor Canivell “Los ordenadores cuánticos serán capaces de hacer cosas inimaginables”
Entrevistamos a Víctor Canivell, cofundador de Qilimanjaro, una spin-off de la Universidad de Barcelona, del Barcelona Supercomputing Center y del Instituto de Física de Altas Energías que se dedica a desarrollar y comercializar computadores cuánticos para casos de uso específicos y con el objetivo de conseguir importantes ventajas tempranas en el mercado.
Con Canivell conversamos sobre el presente y el futuro de la computación cuántica, una tecnología revolucionaria que tendrá un gran impacto a medio plazo y que desencadenará nuevas tecnologías y nuevos usos. Por ejemplo, permitirá desarrollar mejores materiales, realizar mejores predicciones en los modelos financieros y en la gestión del riesgo en la industria financiera o romper claves de criptografía utilizadas actualmente por virus informáticos.
¿Nos podrías explicar, de una manera muy sencilla, qué diferencia hay entre la computación convencional y la computación cuántica?
Se trata de un nuevo paradigma de computación, una forma totalmente diferente de realizar cálculos. Hagamos un símil: imagínate que estás en un laberinto y tienes que conseguir salir de él. Primero vas hacia un lado, después hacia otro, y vas probando distintas opciones. Tratas de recordar por dónde has pasado hasta que tienes suerte y encuentras la combinación para salir del laberinto. Ésta es una manera de solucionar el problema, y sería la que utiliza la computación convencional.
¿Y cómo se podría salir del laberinto gracias a la computación cuántica?
Con la computación cuántica estarías en el laberinto, pero tendrías un dron. Este dron subiría en vertical desde donde estás, y podrías mirar con la cámara todo el mapa del laberinto y verías de repente qué ruta debes seguir para salir. Son dos formas de solucionar el mismo problema, pero la computación cuántica utiliza unos chips y unos hardwares diferentes que son capaces de manipular la información en paralelo, simultáneamente, por lo que puedes encontrar la solución más rápidamente.
¿Cómo va a repercutir la computación cuántica en la sociedad?
Los ordenadores cuánticos serán capaces de hacer cosas que hoy en día son inimaginables. Será una pequeña revolución que complementará la tecnología que tenemos en la actualidad. La cuántica dará respuesta a problemas que no se pueden resolver con los sistemas de computación tradicional, pero para llegar a ello hay que pensar mucho todavía. Ahora, por el momento, tenemos prototipos que no son perfectos. Estamos un poco como sucedió al inicio de la informática, cuando había salas con una gran maquinaria. Después, con los años, tuvimos móviles y ordenadores portátiles mucho más potentes que los ordenadores que llevaron a la NASA a la Luna.
¿Qué impacto tendrá la cuántica en el ámbito económico?
La computación cuántica determinará, entre otras cuestiones, cuál es la mejor forma de optimizar los recursos. Por ejemplo, en el ámbito financiero, los bancos deben decidir dónde hacen las inversiones y de qué manera. Esto se traduce en problemas matemáticos que podrán resolverse de forma mucho más rápida y eficaz. Lo mismo ocurre en el ámbito logístico y en el reparto de mercancías por carretera, ferrocarril, barco, avión, etcétera. La computación cuántica podrá decir cómo se debe llevar a cabo este reparto y optimizar al máximo los recursos existentes. La optimización es uno de los casos de uso importantes. Otro es el del aprendizaje automático cuántico, o Quantum Machine Learning. Y el tercero es el de la química cuántica, que es un problema intrínsecamente cuántico, y en el que la exponencialidad de las alternativas hace imposible realizar un cálculo exacto en un ordenador convencional, por potente que sea.
¿Y cómo afectará la cuántica en la seguridad de los estados?
La seguridad en Internet está basada en la criptografía, que protege la información mediante cálculos matemáticos muy complejos. La computación cuántica permitirá que los cálculos que hoy son imposibles de realizar sean viables. Y romperá por tanto la criptografía actual, y esto será un problema grave, sobre todo para los países y las empresas que quieren mantener la confidencialidad de sus datos. Los estados más ricos del mundo están interesados en seguir de cerca esta tecnología y en invertir en ella.
Recientemente se anunció que Qilimanjaro se encargaría de instalar el primer ordenador cuántico en España. ¿Qué representa para vosotros una noticia como ésta?
Fue un anuncio muy importante y espectacular. Para nosotros, poder instalar el primer ordenador cuántico en España es un hito fundamental. Será un ordenador que se instalará en el Supercomputing Center y será complementario del Mare Nostrum, que es su supercomputador. Nacimos en 2020, y a finales de 2021 instalamos un primer ordenador cuántico en los Emiratos Árabes Unidos; un éxito para una start-up que acababa de empezar. En este período de tiempo la tecnología ha avanzado mucho, y nos permite hacer cosas mucho más potentes en Quantum Spain, en el Barcelona Supercomputing Center. La verdad es que estamos muy animados con este reto que debemos emprender.
También habéis recibido una subvención importante del Consejo Europeo de Innovación. En total, en estos años, Qilimanjaro ha recibido más de nueve millones de euros de financiación, ha acumulado unos ingresos de más de dos millones de euros y ha firmado contratos de nuevos negocios por ocho millones de euros adicionales. ¡No está nada mal!
Es una tecnología que está empezando, que es emergente y tanto el apoyo de los poderes públicos como las subvenciones son muy importantes. Qilimanjaro nace del mundo académico, y es esencial que los diferentes programas públicos, tanto de subvenciones como de compra pública, puedan ayudar a las empresas emergentes una vez que las novedades tecnológicas salen al mercado.
Otra noticia relevante es que habéis tenido los primeros inversores.
Exacto, hemos logrado los primeros inversores. Por un lado, tenemos a Repsol, que tiene como objetivo ser una empresa neutra en la emisión de carbono en el año 2050. Están invirtiendo en una serie de nuevas tecnologías, pero para alcanzar este objetivo necesitan una capacidad de cálculo, de computación, muy importante. Saben que la computación cuántica tiene un gran futuro, y tienen mucho interés en conocer una empresa como la nuestra y en invertir en ella. Y, por otro lado, contamos con otro fondo, Axis Participaciones, que es público y depende del Ministerio de Hacienda, y con un tercer inversor, Grow Venture Partners, que se focalizan en temas de tecnología profunda, o deep tech.
¿Cómo lo haréis a partir de ahora para encarar los retos que tenéis a medio plazo? ¿Qilimanjaro crecerá?
Toda esta financiación que hemos recibido nos permitirá ampliar nuestra infraestructura y nuestro equipo. Ahora somos unas treinta personas, y queremos pasar a ser unas cuarenta. Debemos crecer en la capacidad de realizar los chips y los algoritmos, y necesitamos financiación para poder ampliar el laboratorio y poder avanzar más rápidamente en lo que queremos hacer. El mundo de la computación cuántica, tanto el mundo académico como el de las grandes empresas que trabajan en este campo, avanza muy deprisa, y debemos ir igual o más rápido que ellos.
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¿Un referente?
Leonardo da Vinci, como visionario, como ingeniero muy avanzado a su tiempo, y Steve Jobs, como uno de los innovadores más impactantes del sector de las TIC.
La FBG te ha ayudado a…
…a poner en marcha Qilimanjaro, cuando era tan solo una idea en la mente de los cinco fundadores: cómo acordar un pacto de socios con las instituciones de quienes somos spin-off, cómo empezar a hablar con los primeros fondos de capital riesgo… En definitiva, cómo dar los primeros pasos.