Casos de éxito

M. Carme Llasat «El ser humano puede actuar y conseguir disminuir un riesgo que de manera natural estaría aumentando»

Maria del Carme Llasat dirige el grupo de investigación de Análisis de Situaciones Meteorológicas Adversas (GAMA) de la Facultad de Física, un grupo que estudia el impacto del cambio climático en los riesgos naturales hidrometeorológicos. El grupo lleva más de veinte años haciendo transferencia de su conocimiento.

¿Cuál es el impacto del cambio climático en nuestro país?

El impacto del cambio climático se aprecia, primeramente, por el aumento de la temperatura, sobre todo por el aumento de temperaturas extremas y de olas de calor. Esto es indiscutible, y lo estamos detectando tanto en la ciudad de Barcelona como el conjunto de Catalunya. El segundo impacto más importante es la subida del nivel del mar, que ya se puede detectar claramente en varios lugares y que afecta las costas catalanas. El tercer impacto sería la disminución de la nieve, concretamente en los Pirineos, donde pronto habremos perdido prácticamente todos los glaciares permanentes debido al aumento de la temperatura. Un cuarto factor sería el agravamiento de los episodios extremos; sería un ejemplo de ello el episodio de la tormenta Gloria de hace un año, en el que, inesperadamente para la época del año, tuvimos unos aguaceros bastante generalizados, con vientos muy fuertes, temporal de mar, nevadas, etc. Esta magnitud fuera de época sí que empieza a hacer pensar en el cambio climático. Al igual que las famosas nevadas de este año; que haya nevadas en invierno no es inusual, obviamente, pero sí que lo es la cantidad de nieve que ha caído. Debido a la mayor temperatura que hay en la atmósfera, la cantidad de vapor de agua que puede haber, que después puede caer en forma de lluvia o de nieve, es mayor.

¿Es posible revertir la situación actual?

Esto no se puede revertir de inmediato. Es decir, no podemos hacer clic y pensar que lo hemos solucionado aunque ya no emitiéramos nada. Aunque en estos momentos dejaran de aumentar las concentraciones de gases de efecto invernadero, la atmósfera tardaría un tiempo en reaccionar, y por tanto todos estos efectos se notarían aún durante un tiempo. Lo que todavía estamos a tiempo de hacer es evitar que las cosas vayan a peor. Y es con esta perspectiva que debemos actuar para evitar que la situación se agrave y se nos escape de las manos. Porque de momento podemos ir haciendo frente a estas condiciones, pero si la situación se agrava nuestra capacidad de adaptación será cada vez más pequeña.

¿Qué medidas podemos aplicar?

Hay dos cuestiones importantes. Una es cuidar de la Tierra, es decir, de la biodiversidad, del entorno, reducir la contaminación, ser más responsables con lo que hacemos, etc. Sin embargo, las Naciones Unidas hicieron recientemente un llamamiento porque ninguno de los países había cumplido los objetivos de inversión para evitar la pérdida de biodiversidad.

La segunda cuestión es la mitigación del cambio climático disminuyendo la presencia de gases de efecto invernadero en la atmósfera. Estos gases son los que causan que se caliente no sólo la atmósfera, sino también, y esto es aún peor, el mar. Acabamos de publicar un estudio en el que demostramos que el mar Mediterráneo se ha calentado más que la atmósfera. Y esto realmente puede afectar a todo el ecosistema marítimo, a la industria pesquera e incluso al clima Mediterráneo. Si la temperatura del agua es más elevada, las lluvias intensas y localizadas típicas del verano son más graves. Por tanto, ¿qué podemos hacer? Pues evitar aumentar este efecto consumiendo menos energía, directa e indirectamente: reducir el uso de los móviles y los ordenadores, intentar utilizar el transporte público siempre que sea posible, y exigir –y esto es importante– a los gobiernos y a las compañías eléctricas que utilicen energías renovables, recordándoles que estas energías no son necesariamente más caras que las energías convencionales. Aquí sí que debe haber un compromiso por nuestra parte que nos haga no sólo salir a la calle para manifestarnos, sino también tener en cuenta a quién votamos y qué hacemos en nuestro día a día.

¿En qué proyectos trabaja su grupo de investigación?

Nuestros proyectos son, sobre todo, con instituciones tanto a nivel del estado español como a nivel de Catalunya, y muchos están relacionados con la agricultura, ya que trabajamos en la predicción de incendios forestales, de heladas, de granizadas, etc. Fuimos nosotros quienes implementamos la primera red agrometeorológica en Catalunya para poder hacer todo este seguimiento. También desarrollamos una aplicación móvil relacionada con las inundaciones que se llama Floodup y que se utiliza en toda España como herramienta para concienciar y para informar a la gente sobre los riesgos de las inundaciones, tema con el que hemos hecho numerosos proyectos de transferencia. Actualmente también hemos comenzado una nueva línea de trabajo relacionada con el estudio de las alertas para la aviación.

Sin embargo, la transferencia más potente que tenemos es la predicción de incendios forestales. Empezamos a estudiar cómo predecir incendios de hoy a mañana, y ahora ya estamos trabajando en cómo predecirlos de hoy a unos meses vista o dentro de unos trimestres. También estamos estudiando, además, cómo influye el clima de todo el mundo en el hecho de que haya incendios aquí en Catalunya. Cada vez lo ampliamos más.

¿Cómo predicen los incendios?

Hay muchos factores que influyen en ellos. Evidentemente, un factor que influye es el estado de la vegetación y las condiciones climáticas. Nosotros trabajamos, sobre todo, con la parte meteorológica y climática. Logramos tener un registro histórico de incendios desde la década de 1970 en Catalunya, una serie bastante larga y muy bien trabajada, gracias a la colaboración con el Servicio de Prevención de Incendios de la Generalitat de Catalunya. Y a partir de ahí empezamos a ver qué relación había entre los incendios y variables como la temperatura, la lluvia, la humedad, etc. Con la información concreta desarrollamos fórmulas matemáticas que nos ayudaban a simular, a través de ecuaciones, cuántos incendios se producirían cada mes o cuántas hectáreas se quemarían. Actualmente estos modelos los hemos ido mejorando y adecuando a diferentes partes de Catalunya.

Lo que hemos detectado últimamente es que el índice de sequía influye mucho en el riesgo de incendios; pero no sólo el índice de sequía de días antes, sino que también influyen las condiciones de meses antes e, incluso, de algún año antes. Estamos hablando de masas forestales que tardan en crecer; y, por tanto, el riesgo de incendio no sólo depende de, por ejemplo, que haga mucho calor en verano, sino que también depende de si ha llovido mucho, o no, durante el otoño anterior, por ejemplo.

¿Hasta qué punto es importante el trabajo de divulgación en su ámbito?

La divulgación de cara a la sociedad es totalmente necesaria como herramienta preventiva y de autorresponsabilización, ya que se trata de riesgos que ponen en juego vidas humanas.

Hemos escogido el caso de los incendios forestales como ejemplo de buenas prácticas, ya que, en contra de lo que todo el mundo pensaba, demostramos que los incendios estaban disminuyendo a pesar del cambio climático. La lógica nos llevaba a pensar que, si hace más calor y llueve menos, en algunos lugares habría más incendios. A través de nuestros modelos de predicción pudimos comprobar que, si dependieran exclusivamente de las condiciones climáticas y meteorológicas, los incendios habrían aumentado en todo el Mediterráneo. En este caso, sin embargo, la prevención y la extinción han mejorado, y esto es un ejemplo de cómo el ser humano puede actuar y conseguir disminuir un riesgo que de manera natural estaría aumentando. Hay más concienciación de la población, hay más normativa, hay más medios, etc.

¿Cuál es la importancia de la transferencia de conocimiento?

La transferencia de conocimiento es muy importante, pero no se le da suficiente importancia. Y más en un momento en que algunas empresas y medios de comunicación se llenan muchas veces la boca con la palabra ciencia. “Esto está científicamente probado”, dicen. Estamos en una época en la que la pseudociencia y la falsa ciencia se esparcen por todas partes gracias a las redes sociales. Por eso es aún más importante que las fuentes científicas sean fidedignas. Y lo que ofrece la Universidad, obviamente, son resultados fidedignos.


Más sobre M. Carme Llasat


¿El mejor invento o avance de la historia?

El telescopio, porque marca el inicio del método científico y el cambio de mentalidad.

¿Un referente científico?

Aparte de Marie Curie, intento buscar referentes en científicas no necesariamente tan conocidas. Día a día voy aprendiendo de mujeres que no han llegado a pasar a la historia.

¿Qué le gustaría ver en el futuro?

Me gustaría ver que la gente es más consciente de que tenemos que colaborar todos juntos para tener un futuro mejor. Se trata de una tarea colectiva, no individual.

La FBG es…

Una buena ayuda para el personal investigador de la Universidad. Para mí ha sido un referente en transferencia de conocimiento, y realmente siempre me he encontrado bien acogida, asesorada y ayudada.

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