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Nanopartículas para el tratamiento de la enfermedad del ojo seco

El síndrome del ojo seco es una enfermedad multifactorial de la superficie ocular caracterizada por la pérdida de la película lagrimal y el deterioro de su calidad, que producen en muchos casos una inflamación en la superficie del ojo. Se calcula que en Europa existen 253 millones de personas afectadas, un 60% de las cuales son mayores de 45 años.

Para solucionar este problema, la Universidad de Barcelona (UB) ha generado una solución oftalmológica estéril que contiene compuestos naturales con efectos hidratantes prolongados. La tecnología ideada será muy beneficiosa para los pacientes, puesto que tendrá un efecto curativo y preventivo del ojo seco. A largo plazo, además, proporciona una acción hidratante y calmante prolongada, y tiene otros efectos terapéuticos potenciales, tales como antiinflamatorios, antibacterianos y antimicrobianos.

El proyecto lo ha llevado a cabo el grupo de investigación de sistemas nanoestructurados para el desarrollo prolongado de fármacos de la Universidad de Barcelona, que cuenta con una amplia experiencia en la optimización de nanopartículas para la administración controlada de fármacos y con una experiencia demostrada en el desarrollo de aplicaciones oftalmológicas. La investigación está liderada por las doctoras Elena Sánchez y María Luisa García, de la Facultad de Farmacia y Ciencias de la Alimentación de la UB.

En la actualidad, la terapia que se sigue para tratar la enfermedad del ojo seco consiste en fabricar lágrimas artificiales en forma de gotas para los ojos, gel o ungüentos. Sin embargo, todavía quedan por resolver algunos problemas, como por ejemplo que las lágrimas artificiales carecen de propiedades antiinflamatorias y no tratan la patogénesis principal de la enfermedad. Para tratar la inflamación se utilizan antiinflamatorios, cuyo uso prolongado comporta efectos secundarios graves, como el aumento de la presión ocular y la formación de cataratas. Además, en las formulaciones actuales, menos del 5% de la dosis inicial alcanza las primeras capas oculares.

Todos estos inconvenientes de las terapias actuales estarían resueltos con la tecnología de la UB. La tecnología desarrollada tiene una serie de ventajas técnicas, como el hecho de que las nanopartículas que han producido son estériles, biocompatibles, biodegradables y producidas con una síntesis verde; que han creado un nuevo sistema de administración ocular con una estabilidad mejorada, y que la liberación sostenida de las nanopartículas aumenta su biodisponibilidad.

El grupo de investigación ya ha realizado el desarrollo, la optimización y la validación, tanto in vivo como in vitro, de las nanopartículas seleccionadas. Además, estas nanopartículas, siguiendo la regulación europea, serían consideradas un dispositivo médico de venta directa al consumidor sin necesidad de prescripción médica, lo que agilizaría su puesta a punto y su llegada al mercado. En consecuencia, la tecnología ya está lista para ser transferida.

 

(Personas que aparecen en la fotografía: De izquierda a derecha, Elena Sánchez López, Lorena Bonilla Vidal, María Luisa García López, Marta Espina García).

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