La Universidad de Barcelona participa en el desarrollo de una nueva inmunoterapia celular para el tratamiento de infecciones fúngicas
La Universidad de Barcelona (UB) ha participado en el desarrollo de una nueva inmunoterapia celular para el tratamiento de infecciones por hongos invasivos, que provocan una alta morbilidad en pacientes inmunodeprimidos, como pueden ser las personas con cáncer, los receptores de trasplantes de médula ósea y los pacientes ingresados en la UCI.
La aparición de infecciones por hongos multirresistentes a los antibióticos antifúngicos disponibles provoca una mortalidad que puede superar el 70%. Además, los antifúngicos que se utilizan tienen una serie de inconvenientes, como la elevada toxicidad hepática y renal, la interacción con otros medicamentos que el paciente necesita y la resistencia al antibiótico, que obliga a buscar una alternativa para combatirlos.
Ante este escenario, un equipo multidisciplinario de investigadores del Hospital Clínic de Barcelona y del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (IDIBAPS) ha puesto en marcha un ensayo clínico para evaluar la seguridad y la eficacia de esta nueva inmunoterapia celular adoptiva, propiedad del Hospital Clínic de Barcelona, el IDIBAPS y la UB, en pacientes con infecciones fúngicas resistentes al tratamiento convencional.
La nueva inmunoterapia celular consiste en potenciar la actividad antifúngica natural de las células del sistema inmunitario especializadas en la defensa antiinfecciosa y antitumoral, conocidas como linfocitos asesinos naturales o NK (del inglés natural killer).
Por eso se aislarán y expandirán los linfocitos NK de donantes sanos, que posteriormente serán modificados para que expresen un receptor quimérico (CAR, del inglés chimeric antigen receptor) que les permita detectar la presencia de un componente exclusivo de las membranas de todos los hongos y potenciar su capacidad de eliminarlos.
“En condiciones normales, el sistema inmunitario de una persona funciona y nos protege de infecciones graves. Por tanto, hemos utilizado un receptor que tenemos en nuestro sistema y que es capaz de detectar la presencia de los hongos y le hemos dado una nueva forma que activa estas células del sistema inmunitario que permiten detectar los hongos y destruirlos”, explica el Dr. Francisco Lozano, profesor del Departamento de Biomedicina de la Facultad de Medicina de la UB, que forma parte del proyecto de investigación.
Mejorar la supervivencia del paciente
Para llevar a cabo esta terapia deben producirse grandes cantidades de estas células y realizar una transfusión a los pacientes que tienen las infecciones y que no responden a los tratamientos con antibióticos antifúngicos. “Las células NK te pueden venir de cualquier donante y podemos generarlas, tenerlas fabricadas y darlas al paciente en cuanto las necesite”, destaca el Dr. Lozano.
Esto es determinante para mejorar la supervivencia del paciente. “En un paciente que tenga cáncer, quizá tengas diez, quince o veinte días para producir células del propio enfermo para después utilizarlas; pero en un paciente con una infección grave no tienes ese tiempo, porque las infecciones van muy deprisa. Tener una terapia lista para aplicar supondrá un avance muy importante”.
Según el Dr. Lozano, proporcionar los linfocitos NK al enfermo no tendrá “ningún inconveniente” en el paciente, y pone como ejemplo los tratamientos para combatir las leucemias. “Estas células se utilizan contra las leucemias y generan ventajas en la lucha contra los tumores. Lo único que nos falta en nuestra investigación es producir estas células en grandes cantidades para poder realizar transfusiones de millones de células a los pacientes”.
La Dra. María Velasco de Andrés, investigadora del IDIBAPS, destaca que el desarrollo de esta terapia será “esencial” para dar una alternativa a pacientes inmunodeprimidos o ingresados en la UCI. “Son los grandes olvidados en las terapias que se están desarrollando hoy en día. Lo importante es dar una oportunidad a estos pacientes”.
Un ensayo a punto de ser homologado por la Agencia Española de Medicamentos
El ensayo se encuentra actualmente en fase de homologación del protocolo de producción de células CAR-NK de grado clínico (GMP, good manufacturing practice) por parte de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). A finales de este año está previsto que se inicie el reclutamiento de pacientes, y se espera poder obtener los primeros resultados del estudio a finales de 2025.
La investigación está financiada por el Instituto de Salud Carlos III y el Ministerio de Ciencia e Innovación, y colaboran en ella miembros de los servicios de Enfermedades Infecciosas (Carolina García-Vidal, Pedro Puerta, Àlex Soriano), Inmunología (Francisco Lozano, Manel Juan, Mariona Pascal, Marta Espanyol, Sergio Navarro), Hematología (Álvaro Urbano-Ispizúa, María Suárez-Lledó) y Microbiología (Francesc Marco) y del Área de Vigilancia Intensiva (Pedro Castro) del Hospital Clínic Barcelona.