Barcelona impulsará más de 100 start-ups ‘Deep Tech’ de la mano de la UB y otras universidades catalanas
Barcelona Deep Tech Node es una nueva iniciativa de ciudad pensada para acelerar el acceso al mercado de las denominadas start-ups deep tech, aquellas surgidas de un descubrimiento científico o de una innovación tecnológica disruptiva y que requieren de más tiempo e inversiones más elevadas para poder comercializar sus productos. Se trata de una estrategia conjunta del Ayuntamiento de Barcelona, con Barcelona Activa y su experiencia de años de apoyo a start-ups, y la Universidad de Barcelona (UB), la Universidad Autonóma de Barcelona (UAB), la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), la Universidad Pompeu Fabra (UPF) y la Universidad Abierta de Cataluña (UOC), que quiere posicionar a Barcelona como un referente europeo en este ámbito.
La alianza impactará en más de 100 start-ups, entre 2021 y 2023, con un presupuesto para todo el período de 840.000 euros, de los que Barcelona Activa aporta 470.000 euros, las universidades 300.000 y 70.000 más que irán a cargo de diferentes . Llegará a múltiples sectores como el de la salud, la energía o servicios a las empresas con el objetivo promocionar la creación de nuevas empresas de base científica y tecnológica, siendo la participación de las universidades un factor clave, dado que buena parte de estas compañías surgen del ámbito universitario y de investigación. Las tecnologías deep tech incluyen: IoT y sensores, biotecnología, IA y datos, Blockchain, robótica, materiales avanzados y nanotecnología y computación cuántica.
El primer teniente de alcaldía de Economía, Trabajo, Competitividad y Hacienda, Jaume Collboni, “con esta iniciativa seguimos apostando por una economía y unas startups más orientadas hacia el conocimiento y la ciencia, que generen actividad económica de valor añadido, con atracción de talento e impulsando la llegada de nuevas inversiones a Barcelona Pero sobre todo, lo hacemos para seguir generando puestos de trabajo de calidad que supongan mayores oportunidades de futuro para la gente joven y para nuestros estudiantes. Además, lo hacemos de la mano de nuestro excelente sistema universitario, uno de los grandes activos que tiene la ciudad por ser competitiva e innovadora, y también para fortalecer nuestro posicionamiento internacional”.
Entre los motivos que justifican la apuesta por fomentar el ecosistema deep tech, está la creación de spin-offs (start-ups surgidas de las universidades y centros de investigación) como uno de los mejores mecanismos para convertir la ciencia en actividad económica con puestos de trabajo calificados. Además, su influencia impacta en la retención y concentración de talento y la atracción de inversión extranjera. Según datos recogidos por Startup Heat Map Europe (2021), Barcelona es el tercer polo europeo preferido por las personas emprendedoras. Mientras Biocat, en un informe de 2020, apuntaba que en 2014 había 6 inversores internacionales que operaban en el ecosistema de Barcelona y en la actualidad ya hay más de 70.
La Fundación Bosch i Gimpera, como OTRI de la Universidad de Barcelona, lleva 20 años impulsando la creación de spin-off surgidas de proyectos de investigación de la UB y favoreciendo su crecimiento y consolidación. En la actualidad la UB cuenta con 21 spin-off activas, que durante 2020 facturaron más de 7 millones de euros, obtuvieron un total de 9,3 millones de euros de financiación pública y privada y dieron trabajo a más de 150 personas.
Diseño de la iniciativa para fortalecer el papel de la ciencia en la ciudad
La ciencia es ya puntera en Barcelona y en Cataluña, un papel que se quiere fortalecer a través de la Barcelona Deep Tech Node. La iniciativa se articulará a través de cuatro pilares, respondiendo así a los principales retos que afronta una start-up deep tech: la financiación, el encaje en el mercado, la atracción de talento y la promoción internacional. En el marco de estos ejes, se llevarán a cabo un total de ocho acciones específicas de soporte.
En relación con la financiación, habrá foros de inversión para facilitar la captación de fondos privados. Se hará énfasis en la identificación de los agentes de la comunidad inversora especializados en ámbitos deep tech, tanto locales como internacionales. Cabe destacar que este servicio ya se ha puesto en marcha y que el pasado mes de octubre se llevó a cabo la primera edición de Forum de Inversión Seed Deep Tech Barcelona, promovido junto a Esade BAN. Un total de siete start-ups deep tech con tecnologías vinculadas a la inteligencia artificial, el big data, la nanotecnología o la visión por computación, entre otros, presentaron ante la comunidad inversora sus soluciones, aplicadas a los sectores de la energía, la nutrición, la industria, el audiovisual y la agroalimentación.
Además, durante el año 2022 se activará un servicio de investigación y tramitación de instrumentos financieros públicos, donde un grupo de expertos identificará y tramitará las convocatorias dirigidas a start-ups tecnológicas, como el programa NEOTEC de CDTI, Startup Capital de ACCIÓN o EIC Acelerator de la Comisión Europea, entre otros. Este servicio se realizará desde la Oficina de Atención a las Empresas de Barcelona Activa.
50.000 euros a cada prueba de concepto
Entre las acciones vinculadas al mercado, está previsto realizar dos. Por un lado, se financiarán pruebas de concepto para reducir la incertidumbre sobre la viabilidad técnica y comercial de la tecnología en desarrollo y acercarla más al mercado y su comercialización. Se priorizarán aquellas propuestas por parte de los grupos de investigación que hayan levantado previamente el interés por parte de un potencial agente inversor o cliente. El incentivo económico será de 50.000 euros por proyecto. Por otra parte, se acercarán las soluciones tecnológicas a medianas y grandes empresas, facilitando a las start-ups el acceso a potenciales clientes. Este servicio, llamado el Open Innovation Deep Tech Club, se dirigirá a medianas y grandes empresas con capacidad de generar proyectos conjuntos con las start-ups -ya sea desarrollando pilotos, incorporándolas como socios o contratando sus servicios- ya start-ups con un producto o servicio disponible en el mercado.
En cuanto a las herramientas para atraer talento, se pondrá en marcha un servicio de mentoraje (Mentor in Residence) donde una persona experta acompañará el start-up durante un período de 6 meses. La figura del mentor/a está pensada para complementar el CEO o para actuar en caso de que el proyecto no disponga de ninguna. Entre sus funciones destaca la definición de la estrategia de la empresa, la elaboración de un plan de desarrollo, un plan de negocio y financiero o la búsqueda de financiación. Además, se organizará una jornada para poner en contacto a perfiles vinculados al área de desarrollo de negocio y ventas que se encuentren en búsqueda activa de trabajo con start-ups que estén buscando ampliar sus equipos en este ámbito.
La estrategia incluye también acciones de promoción. El próximo 9 de noviembre se celebrará el Barcelona Deep Tech Summit, un encuentro entre la comunidad emprendedora, inversora, científica y empresarial que tendrá lugar en el marco del Salón BIZBarcelona. Durante la feria se escogerá de la mano del organismo internacional de referencia Hello Tomorrow la mejor start-up del ámbito deep tech. Además, con el objetivo de facilitar la difusión internacional de estas start-ups, se creará la Barcelona Deep Tech Community, un escaparate que aglutine todas las start-ups y spin-off científico-tecnológicas.
Datos de impacto
- Barcelona concentra un mayor número de startups deep tech (13,2%) que ciudades como Londres (7,5%), París (9,3%), Berlín (9%) o Amsterdam (7,5%).
- El 12% tiene al menos una mujer co-fundadora.
- Más del 50% de las startups Deep Tech de la ciudad han levantado rondas de financiación.
- En la actualidad, más de 100 start-ups Deep Tech tienen entre 10 y 50 trabajadores y más de 30 están empleando a más de 50 personas.
- El sector Health tiene una presencia muy destacada, casi el 25% de las start-ups Deep Tech están vinculadas a ese sector.
- Las empresas intensivas en ciencia y tecnología disponen de porcentajes del 90% de la plantilla universitaria, mientras que en sectores no intensivos en conocimientos, el porcentaje está por debajo del 10%.