
La Universidad de Barcelona y Salud Mental Cataluña alertan del desafío en envejecimiento y salud mental
La Federación Salud Mental Cataluña, en colaboración con la Universidad de Barcelona, ha publicado el estudio sobre envejecimiento y bienestar emocional «Salud mental con perspectiva de edad«, un proyecto de investigación innovador destinado a mejorar el acompañamiento a personas con trastorno mental y familiares mayores de 55 años. El estudio ha sido elaborado por Bàrbara Mitats, coordinadora de servicios y programas federativos, innovación e investigación en SMC, y por la Dra. Montserrat Celdrán, profesora de la Facultad de Psicología de la UB. En el proceso participativo de la investigación hemos contado con la colaboración de la arquitecta social, activista y experta en participación ciudadana Itziar González-Virós.
La investigación participativa explora factores psicosociales vinculados a la salud mental y el envejecimiento, contribuyendo a perfilar los retos en este ámbito. El objetivo de la investigación ha sido explorar elementos clave para mejorar el apoyo a este colectivo, contribuir a definir acciones de prevención, detección e intervención.
La investigación participativa ha sido posible gracias a la implicación de 44 personas en el proceso participativo: 23 personas voluntarias (primeras personas y familiares), miembros del Comité Asesor y participantes en grupos de reflexión; y 5 profesionales de atención directa del servicio de Clubs sociales, así como de las 16 representantes institucionales como miembros del Consejo Asesor.
Los resultados confirman que, a pesar de tener edad similar, familiares y personas con experiencia propia no experimentan los mismos retos y oportunidades sobre el proceso de envejecimiento.
La incorporación de la perspectiva de edad en salud mental es urgente y prioritaria
Los resultados de la investigación ponen de manifiesto varias conclusiones clave:
• Es urgente y prioritario atender a las necesidades de apoyo para personas con experiencia propia en salud mental y/o familiares con perspectiva de edad, para prevenir y promover un envejecimiento saludable y digno. Es necesario continuar explorando la situación en población sobreenvejecida, en personas migradas o las casuísticas en personas con diversidad de identidad y/u orientación sexual, considerando el histórico social y el aumento actual de los discursos de odio.
• La red asociativa ofrece las condiciones para promover factores de protección para el bienestar emocional en la vejez como, por ejemplo: facilitar la accesibilidad a recursos, impulsar y fortalecer las redes de apoyo social, capacitar en salud mental, contribuir al empoderamiento, luchar contra el estigma y el aislamiento social, sensibilizar y concienciar, facilitar la participación…
• Es necesario abordar la complejidad de los cuidados según una concepción bidireccional. Los roles pueden convivir, cambiar, transformarse o incluso invertirse, según el momento vital o los ciclos personales y familiares.
• Diferencias por género y entorno: Las mujeres presentan más situaciones de vulnerabilidad por el contexto patriarcal en el que vivimos y los cuidados siguen estando muy feminizados. Además, el entorno (urbano vs. rural) influye significativamente en el acceso a los recursos y soportes en la atención a la salud mental.
• Las intervenciones deben ser interseccionales e interculturales: La atención y los apoyos en salud mental y envejecimiento deben tener en cuenta la intersección de factores como el género, la edad, el entorno, la situación socioeconómica, la identidad de género, la orientación sexual o el origen, a fin de garantizar un envejecimiento saludable y de calidad para todos.
Ante el reto del envejecimiento de la población y por el bienestar emocional de la ciudadanía, es fundamental poner al alcance las medidas necesarias y recursos adecuados para planificar el proceso de envejecimiento, teniendo en cuenta la diversidad y las desigualdades, con un enfoque comunitario.
La metodología participativa contribuye a la transformación social
El informe incluye los resultados de la investigación en tres partes principales: un estudio bibliográfico sobre las necesidades de las personas mayores con trastornos mentales y familiares, datos de una encuesta cuantitativa con 399 participantes, y datos cualitativos basados en la recopilación de dos grupos de reflexión y las aportaciones de las personas que han participado en el Comité y el Consejo asesor.
La investigación, además, ha contado con el apoyo de un Comité Asesor formado por personas con experiencia propia, familiares y profesionales, y un Consejo Asesor con representantes de organizaciones y administraciones públicas.
La investigación participativa es esencial para promover el empoderamiento de la ciudadanía, impulsar mejoras en la atención a la salud mental y contribuir a la transformación social por un modelo de soportes más digno y justo.
Para más información sobre el estudio “Salud mental con perspectiva de edad” y sus resultados, puede consultar el documento completo aquí.