El modernismo fue, más allá de una corriente estética, una corriente ideológica con una firme voluntad de cambio. Las nuevas formas e ideas arraigaron con fuerza en Barcelona a finales del siglo XIX, y la construcción del Eixample comportó un fuerte crecimiento de la construcción y de sus industrias subsidiarias que dejó como legado uno de los patrimonios culturales más importantes de Cataluña.

El Grupo de Investigación en Historia del Arte y Diseño Contemporáneo (GRACMON), de la Universidad de Barcelona (UB), mostró al gran público la influencia de esta corriente en la formación del diseño en Cataluña con la exposición “Modernismo. Artes, talleres, industrias”, comisionada por la Dra. Mireia Freixa, directora del GRACMON.

La exposición – que pudo verse en La Pedrera desde principios de octubre de 2015 hasta finales de enero de 2016 – ofreció una visión del modernismo centrada en las artes aplicadas y decorativas, así como en los oficios artísticos que tuvieron un papel más relevante en la ciudad. Gracias a la colaboración de prestadores, particulares y grandes y pequeños museos, el GRACMON de la UB demostró, junto con La Pedrera, que los movimientos artísticos también pueden difundirse a través de objetos cotidianos.