Xavier Hernández «Intentamos que la gente pueda ver, tocar y experimentar el pasado»
El catedrático Xavier Hernández dirige el grupo de investigación de Didáctica del Patrimonio, Museografía Comprensiva y Nuevas Tecnologías (DIDPATRI) de la Universidad de Barcelona, un grupo formado por historiadores que trabajan para recrear hechos históricos con el objetivo de acercar la historia a la sociedad.
¿Qué importancia tiene la historia en la sociedad?
Estamos convencidos de que la historia nos aporta un conocimiento funcional que nos permite interpretar el presente. Normalmente las personas decidimos pocas cosas en nuestra vida diaria porque muchas cosas ya están establecidas cuando nacemos: la lengua que hablamos, las creencias, la comida, la ropa, etc. La historia es la gran fuerza que condiciona nuestro presente, y el hecho de entenderla nos proporciona capacidad de reacción, control e independencia. Y también nos hace más libres, porque nos proporciona una mayor capacidad de elección. De lo contrario seríamos esclavos de la cultura del pasado. De ahí que la gente tenga cada vez más interés por todo lo relacionado con el pasado.
¿Qué hace el DIDPATRI?
La mayoría de los que formamos parte del grupo somos historiadores del arte que intentamos hacer comprensible el conocimiento histórico a un segmento lo más amplio posible de la población. El pasado es como el gran iceberg que está bajo el agua y del que sólo vemos la punta. Es difícil, pero intentamos que la gente pueda ver, tocar y experimentar el pasado para que pueda entenderlo. Actualmente la gente está interesada en ello porque se trata de conocimientos prácticos que constituyen la base, además, de una importante industria relacionada con el turismo cultural.
¿Y cómo quieren alcanzar este objetivo?
Generamos productos para dos ámbitos básicos: el mundo de la enseñanza reglada, para el que generamos materiales escolares, itinerarios, talleres, etc.; y la población en general, para la que creamos distintos tipos de museos y exposiciones, ya sean reales o virtuales.
Ante un conocimiento abstracto como el que representa el pasado, nuestra tarea consiste en concretarlo. Por ejemplo, para que un determinado hecho político, militar o económico sea entendido debemos proporcionar las claves del mismo y acompañarlo de imágenes. Para ello utilizamos distintas estrategias, tales como desarrollar una iconografía didáctica, simulaciones, recreaciones y varios recursos relacionados con las nuevas tecnologías. En este sentido, cuando estudiamos pongamos por caso una ciudad para luego reconstruirla en 3D, también grabamos imágenes de grupos de recreación y a continuación las superponemos para generar un producto final en el que se puede ver una recreación totalmente rigurosa acompañada de personas interactuando. Es un producto que luego se puede utilizar indistintamente para apps, carteles, libros, guías… No hace mucho hemos tenido una experiencia interesante en este sentido en La Seu d’Urgell, y en estos momentos estamos trabajando en un proyecto con el castillo de Sant Ferran de Figueres y también hemos presentado una propuesta para el castillo de Roses.
¿Qué peso tendrán las nuevas tecnologías en el turismo del futuro?
El futuro que nos espera es extraordinario. No podemos experimentar la historia, pero nada nos impedirá utilizar procedimientos computacionales que nos resulten útiles para la investigación. No podemos experimentar un espacio del pasado, porque ya no existe, pero con la ayuda de la computación sí que es posible replicar distintas situaciones que permitan analizar cómo eran las distintas variables y los distintos agentes implicados. Tenemos posibilidades extraordinarias de reconstruir espacios y de mostrarlos tal como eran, y podemos hacerlo de una manera que sea coherente y extremadamente rigurosa, que es lo más importante para nosotros como científicos.
Ahora el objetivo debería ser conocer mejor el pasado sirviéndonos de las nuevas tecnologías que provienen de otros campos docentes. Con los nuevos recursos llegará un momento en que a través de un smartphone podremos crear hologramas de personajes históricos –de Cleopatra, por ejemplo–, que estarán preparados para responder las cuatro mil preguntas más usuales que se le puedan hacer.
¿Por qué cuesta tanto integrar la historia y las nuevas tecnologías?
La biología y la informática, por ejemplo, han podido casar muy bien creando un gran entorno biotecnológico que ha revolucionado muchas cosas. En cambio, en historia esto no se ha dado, y por tanto aún no se ha establecido una relación profunda con los recursos tecnológicos. En el momento en que esto se produzca, que será en los próximos años, se habrá dado un paso muy importante para alcanzar mejor el conocimiento y para divulgar y dar a conocer mejor los contenidos de la historia.
Uno de los problemas que tenemos es que la academia no es consciente de todas las oportunidades que existen para la historia en el mercado. Esto hace que los espacios de divulgación, comunicación y didáctica de la ciencia los ocupen diseñadores, periodistas, arquitectos… en vez de historiadores. En este sentido hay un trabajo importante que hacer para conseguir que los estudiantes se formen también en la vertiente de la difusión, la comunicación y la divulgación de su propia disciplina, ya que generalmente consideran que esto no es cosa suya.
Esta falta de conciencia hace que nosotros vayamos un poco a contracorriente y que tengamos que aprovechar las grietas que puedan surgir en el mercado, que son muy limitadas. En este sentido, hay que admitir que estamos muy atrasados, y por tanto nosotros como profesionales de la didáctica nos encontramos con que la academia va por un lado y el mercado por otro, y esto es un problema. Lo que tenemos que hacer nosotros es acompasar academia y mercado y generar productos de interés.
Más sobre Xavier Hernández
Un personaje histórico: me gustan todos, pero le diré Leonardo da Vinci.
Un personaje que le produzca escalofríos: Adolf Hitler.
Un invento que le gustaría ver: el túnel del tiempo.
La FBG es… una institución con la que llevamos casi veinte años colaborando y con la que hemos tenido siempre una experiencia positiva.