
La Universidad de Barcelona desarrolla probadores virtuales inteligentes para facilitar la compra de ropa online y reducir las devoluciones
El comercio electrónico, en concreto la venta online de ropa, tiene un peso sustancial en la economía española, representando el 6,64% del Producto Interior Bruto (PIB). Uno de los retos de este tipo de comercio es el gran número de devoluciones, por problemas de talla o ajuste, que además implican un importante impacto ambiental.
Ahora, un equipo de la Universidad de Barcelona (UB), liderado por el profesor de la Facultad de Matemáticas e Informática, Sergio Escalera, y la investigadora de la misma facultad, Meysam Madadi, ha recibido una ayuda de Producto de la Generalitat de Catalunya para impulsar el desarrollo de una aplicación de probador virtual inteligente que permitirá un proceso de compra más eficiente, reduciendo así las tasas de devolución y, por tanto, las emisiones de CO2.
La innovadora solución tecnológica utiliza técnicas de modelado 3D y de aprendizaje profundo (deep learning) – una técnica de inteligencia artificial que permite que una computadora aprenda a interpretar imágenes automáticamente – aplicadas a la visión computacional. Con esta aproximación multidisciplinar, la aplicación permitirá a los minoristas de comercio electrónico convertir sus prendas – a partir de fotos con modelos – en ropa digital 3D que se almacenará en una base de datos. Después, los consumidores podrán crear un gemelo corporal digital 3D de sí mismos donde se podrán visualizar cómo les quedarían las diferentes prendas.
Uno de los elementos distintivos del proyecto es su apuesta por una solución inclusiva para todo tipo de personas, puesto que la tecnología permitirá una adaptación precisa a diversas formas del cuerpo y mejorará la animación de la ropa. Esto implicará la recogida y modelado mediante escáneres corporales en 3D de una gran variedad de prendas de vestir y formas corporales no consideradas en las soluciones actuales, incluyendo categorías especiales como mujeres embarazadas o personas con discapacidades físicas.
Toda esta información servirá para enseñar a los algoritmos a ajustar la ropa perfectamente a cualquier tipo de cuerpo. «Esto fomentará la moda inclusiva y la integración social, beneficiando también a las personas que no pueden asistir físicamente a una tienda de ropa, como personas con movilidad reducida y otros trastornos o enfermedades físicas y mentales», explican los investigadores.
Durante el proyecto, el equipo investigador llevará a cabo esta labor de modelado de diferentes tipos corporales, afinará los algoritmos de inteligencia artificial que sostienen la tecnología e iniciará la validación de una prueba inicial del probador virtual. También realizarán un análisis para impulsar la comercialización de la nueva tecnología.
El proyecto, con número de expediente 2024 PROD 00013, ha recibido una ayuda de la AGAUR dentro de la modalidad “Ayudas Producto para proyectos innovadores con potencial de incorporación al sector productivo”.