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Inés Domingo «Hasta el nacimiento del arte, los seres humanos sólo podían comunicarse de manera oral y efímera»

La Dra. Inés Domingo, profesora de investigación ICREA de la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Barcelona, ​​fue galardonada en 2018 con una Consolidator Grant del Consejo Europeo de Investigación (ERC) por un proyecto que impulsa la investigación en el arte rupestre del levante peninsular a través de un enfoque pluridisciplinario.

¿De qué trata el proyecto? 

La idea es romper barreras entre las aproximaciones científicas y las patrimoniales en el arte rupestre levantino, una tradición artística prehistórica que tenemos en la fachada mediterránea de la península Ibérica y que es Patrimonio Mundial desde 1998. Estos yacimientos tienen para nosotros como arqueólogos un interés científico, pero también tienen interés patrimonial, ya que actualmente pueden tener diferentes usos culturales y turísticos. Muchas veces se han hecho intervenciones desde la ciencia o desde el patrimonio que han afectado al otro actor. La idea es trabajar juntos a través de una aproximación multidisciplinaria desde la arqueología, las ciencias del patrimonio y las administraciones y las empresas de arqueología. Juntando los tres frentes, el objetivo es poder avanzar en el conocimiento de este patrimonio y favorecer la preservación de todos sus valores, tanto los científicos como los patrimoniales.

Nuestro grupo es el encargado de dirigir el proyecto y de coordinar, sobre todo, el enfoque arqueológico, documentando nuevos yacimientos de arte rupestre, haciendo prospecciones, haciendo análisis químicos para investigar componentes y entender qué tecnologías utilizaban en la producción artística y ver cómo se han conservado hasta hoy las pinturas, mirando cómo se han hecho las intervenciones hasta ahora… La idea que tenemos es elaborar protocolos para ver cómo podemos trabajar juntos y favorecer lo que los ayuntamientos y la Administración quieren, que es que los yacimientos se puedan visitar, pero siempre dejando suficiente información para seguir haciendo ciencia. También colaboramos con las administraciones y con empresas de arqueología para que sepan qué se puede hacer y qué no. Por otro lado, intentamos garantizar que tanto las empresas como la Administración dispongan de la información más actualizada posible sobre los yacimientos, para que la información que se transmita al público tenga una base científica.

¿Cuál es la importancia de las nuevas tecnologías en el ámbito del arte rupestre?

Nosotros empezamos a trabajar con estas tecnologías digitales para documentar y estudiar el arte a través de la fotogrametría, los calcos de las figuras, etc. Esto lo transformamos posteriormente en modelos 4D que para nosotros son útiles para poder hacer estudios sin necesidad de ir al yacimiento. Hemos visto que esto también se puede publicar en una página web para que el público pueda acceder a ello. Y esto es importante para que la información que extraemos no se quede en un despacho sólo al alcance de los investigadores, sino que pueda estar al alcance del público gracias al avance de las tecnologías. De hecho, hemos realizado una primera prueba en la que se puede visitar un conjunto arqueológico en 4D y ver las figuras del mismo de manera individual. De momento esto sólo es posible para un yacimiento, pero la idea es que todos los conjuntos que vamos estudiando se puedan visitar de forma virtual a través de una página web.

¿Qué nos puede enseñar el arte rupestre levantino?

Nos enseña muchas cosas. Cuando hablamos de los conjuntos más antiguos, nos enseña animales que habitaban en aquellos territorios y que hoy en día han desaparecido, como por ejemplo los bisontes o los mamuts en la zona del Cantábrico. El arte rupestre también nos habla de los distintos cambios climáticos que ha habido a lo largo de la historia. Y en la fachada mediterránea nos muestra el impacto de los humanos en este territorio a través de pinturas sobre especies animales como los ciervos, las cabras, los jabalíes o los toros salvajes, muchas de las cuales han desaparecido de dicho territorio. El arte rupestre levantino también nos habla de lo que era importante para aquella gente, ya que era precisamente lo que pintaban: cómo vestían, los ornamentos que llevaban, las tácticas que utilizaban para cazar… También nos enseña que, desde hace al menos 7.000 años, ya había batallas entre diferentes grupos.

Básicamente, el arte rupestre levantino nos habla de cómo eran estos humanos hace 7.000 años y de sus prácticas. Es verdad que lo que pintaban era parte de su simbología, y no sabemos muy bien si pintaban un mundo real o imaginario, pero al final las pinturas rupestres son una especie de imágenes de nosotros mismos hace unos 7.000 años, cuando no había cámaras.

¿Cómo cree que plasmarían la situación que vivimos ahora con el Covid?

Todos confinados, todos apretados en un mismo espacio. No lo sé. La verdad es que es difícil imaginar cómo plasmaría aquella gente una situación como la actual. Si vieran que la población muere, pero no llegaran a entender por qué, seguramente pintarían una maldición de espíritus. Cuando no entendemos algo de lo que nos pasa, enseguida vamos al mundo simbólico y pensamos que los espíritus nos están enviando una enfermedad o un castigo porque hemos hecho algo mal. Ahora ya no lo hacemos tanto, porque la mayoría nos creemos agnósticos y pensamos que lo entendemos todo, pero esto ha pasado siempre en todas las culturas.

¿Cuál es la importancia de la transferencia de conocimiento?

En el caso del arte rupestre levantino la transferencia de conocimiento es fundamental. Nosotros llevamos trabajando en proyectos de transferencia desde 2009, sobre todo con la Generalitat Valenciana, con la Diputación de Valencia y también con varios ayuntamientos y empresas de arqueología. Conjuntamente hemos presentado varios proyectos a concursos de financiación de patrimonio de la UNESCO, y hemos conseguido de este modo financiación externa para al menos diez proyectos, que nos ha permitido mejorar este patrimonio en zonas rurales donde el pueblo más grande tiene unos dos mil habitantes. De esta manera también hemos contribuido a que zonas rurales muy aisladas tengan nuevos atractivos para desarrollar el turismo rural, y les hemos proporcionado además una serie de protocolos para que este turismo sea sostenible.

Después todo esto también lo enseño en clase para que los futuros arqueólogos, la mayoría de los cuales trabajarán en el mundo de la empresa, sepan que, además de excavar y de prospectar, se pueden hacer este tipo de proyectos; y para que sepan también que todo lo que hagan debe ser científicamente correcto y, sobre todo, sostenible, para asegurar que el patrimonio rupestre que ha perdurado 6.000 y 7.000 años, perdure otros 100.000 años como mínimo.

 

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