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Eva Estébanez «Si podemos impedir la dimerización del receptor de andrógenos, podremos detener la progresión del cáncer de próstata»

La Dra. Eva Estébanez lidera un proyecto de investigación que ha detectado una nueva familia de compuestos que abre la puerta al desarrollo de nuevos fármacos para combatir el cáncer de próstata, el tumor más frecuente en los hombres. El grupo de investigadores está tramitando la creación de una spin-off que les permita dar los pasos necesarios para llevar su investigación a la sociedad.

¿Qué diferencia hay entre los fármacos convencionales contra el cáncer de próstata y sus inhibidores?

La mayoría de fármacos que se han desarrollado desde la década de 1960 se han focalizado siempre en el receptor de andrógenos, concretamente en el lugar de unión de la hormona. Lo que nosotros proponemos es diseñar fármacos en un lugar distinto y lejano de donde se encuentra la hormona. Se trata de un nuevo bolsillo farmacológico, y por lo tanto tendremos que crear compuestos que sean totalmente distintos y no podremos guiarnos por los fármacos actuales. Nosotros proponemos una forma alternativa de mirar la diana terapéutica. Lo que utilizamos es una técnica muy potente y precisa que nos permite visualizar átomo a átomo, el receptor de andrógenos, y esto nos permitirá ver qué tipo de molécula deberíamos diseñar y en qué lugar concreto deberíamos unirla. Tenemos bastantes ideas y una prueba de concepto muy clara de que hay otro lugar de la molécula en la proteína donde podemos hacer los fármacos.

La proteína que nosotros estudiamos funciona de manera dimérica, es decir, hay dos copias del receptor de andrógenos haciendo su función. Lo que nosotros esperamos es inhibir, disrumpir este dímero y detener la progresión del cancer. Los fármacos actuales lo que hacen es impedir, a través de otro mecanismo, que la hormona se una, y que la proteína no vaya hacia el núcleo de la célula. Desafortunadamente, se ha observado que al cabo de los años hay toda una serie de mutaciones en los pacientes que generan resistencia. Por lo tanto, estos fármacos quizá son eficaces durante uno, dos o tres años, pero luego dejan de serlo. La proteína comienza a reconocer los inhibidores convencionales como si fueran una hormona, y en vez de inhibir el cáncer lo potencian. Con nuestros fármacos lo que queremos es impedir que el dímero inicie la transcripción génica y el tumor progrese hacia la metástasis.

¿Cómo les ha ayudado el programa Fondo para el Impulso de la Innovación (F2I) de la FBG?

Primero conseguimos una ayuda Fondo de Valorización (FVal), del F2I, y creo que fue imprescindible para orientar nuestro proyecto. Al principio teníamos una serie de hipótesis, y gracias a la ayuda de la FBG pudimos hacer los primeros experimentos, que apuntaban a que no sólo teníamos una hipótesis, sino que esta hipótesis podría convertirse en una realidad. En paralelo conseguimos una ayuda Mentor in Residence (MiR), también en el marco del programa F2I, para poder tener un mentor que tuviera experiencia en el mundo de la creación de empresas y en el hecho de convertir un proyecto de ciencia básica en el desarrollo de un fármaco que pueda llegar a los pacientes. Las dos ayudas han sido clave para dirigir y orientar el proyecto y para priorizar las actividades para hacer de nuestra idea una realidad. La persona que tuvimos de mentor fue Jordi Naval, con una contrastada experiencia en la creación de empresas de éxito, y eso nos ha permitido conocer no sólo el ecosistema de emprendimiento aquí en Cataluña, sino también tener contacto con inversores tanto nacionales como internacionales y aprender conceptos que a los científicos nos son bastante ajenos al principio de la aventura, como el plan de negocio, el estudio de mercado, la protección de nuestros resultados, la regulación…

También hemos recibido una ayuda CaixaImpulse de La Caixa, gracias a la cual tenemos de mentor a José Luis Cabero, que es una persona con una amplia experiencia en empresa internacional. Todo ello es un aprendizaje que para mí personalmente ha sido muy alentador y muy motivador, ya que me ha abierto un mundo totalmente nuevo que enriquece mi parte de investigadora y que necesitamos para llevar nuestra idea al mercado.

 ¿En qué momento se encuentra el proyecto?

Ahora estamos realizando las acciones de valorización para mejorar estas moléculas químicas y poder hacer la experimentación en células para a continuación poder hacer experimentos en modelos animales. Este sería nuestro objetivo durante este año y durante la primera mitad del año próximo. Con el FVal (F2I) pudimos hacer las primeras acciones de valorización, y ahora, gracias a la ayuda CaixaImpulse, vamos a sacar adelante todas las acciones necesarias para poder hacer estos experimentos clave en la fase pre-clínica de desarrollo de fármacos.

¿Qué les impulsó a querer crear una spin-off?

El concepto de spin-off  yo lo veo como un mecanismo que nos permitirá dar esta serie de pasos y acciones necesarios para poder llevar nuestra investigación a la sociedad. Estamos en el proceso de ver cómo se vehiculará todo, pero la idea es clara, queremos crear la spin-off. Lo que estamos analizando ahora mismo es cómo poner todas las piezas juntas, y lo estamos haciendo tanto con los mentores como con el resto de investigadores que participan en el proyecto: el Dr. Pablo Fuentes, del Instituto de Investigación del Hospital de la Santa Creu y Sant Pau; y otro socio americano, el Dr. Arnold T. Hagler, con una amplia experiencia en la creación de Biotechs. También estamos haciendo reuniones con inversores de capital risc, tanto a nivel nacional como a nivel internacional, para conseguir la financiación que necesitamos. Todo el apoyo que nos está prestando la FBG a través de Jose Conde e Inma Íñiguez y su experiencia en la creación de empresas también está siendo indispensable y un apoyo clave.

Nosotros tenemos mucha experiencia en trabajar conjuntamente con empresas farmacéuticas, y sabemos que nuestro proyecto ha despertado interés tanto a nivel nacional como a nivel internacional. Nuestra idea es hacer las pruebas hasta modelos animales, comprobar que nuestras moléculas pueden ser realmente fármacos, y entonces licenciar estas moléculas a una gran farmacéutica para llegar hasta los estudios con pacientes. Contamos con una serie de colaboradores reconocidos y estamos analizando las mejores estrategias para planear todas las acciones detalladamente.

¿Qué importancia tiene la transferencia de conocimiento?

Creo que es fundamental que todas las acciones de investigación que realizamos lleguen a impactar en la sociedad. Debe haber un retorno, y en nuestro caso, debido a que trabajamos en un campo más biomédico, lo que queremos es que toda nuestra investigación pueda mejorar la vida de las personas. Si podemos conseguir fármacos para un sector de pacientes que ahora mismo no tiene, o fármacos que tengan menos efectos secundarios para mejorar la calidad de vida de los pacientes, yo creo que la transferencia es imprescindible y es el objetivo que da sentido a nuestra investigación. Nuestra concepción de la investigación es hacer investigación básica por un lado, porque es imprescindible para los avances de la sociedad, y hacer transferencia de conocimiento por otro lado, para impactar en la vida de los pacientes.


Más sobre Eva Estébanez

¿Cuál es el mejor avance de la historia?

Quizás estoy influida por el hecho de que nosotros usamos la cristalografía de rayos X, pero creo que tanto el descubrimiento de los rayos X como sus aplicaciones biomédicas son uno de los grandes avances que hemos tenido a lo largo de los años.

¿El invento que más miedo le da?

De momento no tengo miedo a nada. Cualquier invento puede salvar vidas y, al mismo tiempo, en las manos incorrectas puede significar todo lo contrario.

¿Qué le gustaría ver en el futuro?

Me gustaría ver que, si no podemos curar algunos tipos de cánceres, muchos de estos se convirtieran en una enfermedad crónica perfectamente compatible con una buena calidad de vida. Yo soy asmática desde los 4 años, y me gustaría que esta gente pudiera decir «yo soy enfermo de cáncer», pero que esto no significara realmente que a esta persona se le acortara la vida.

La FBG es…

…una herramienta fundamental para la Universidad de Barcelona ​​con el fin de dinamizar toda la investigación que hacemos los investigadores. Estoy muy satisfecha con el trabajo que se hace en la UB, que creo que es comparable con el que se hace en otras universidades de otros países donde he estado, como Alemania y Estados Unidos. La FBG y la UB hacen un trabajo impecable y de excelencia tanto en el ámbito de la investigación como en el ámbito de la docencia. Creo que la FBG ha detectado todas las áreas necesarias para dar soporte a los investigadores y, sin tener el mismo presupuesto que centros con una financiación más alta, el trabajo es comparable y en algunos casos me atrevería a decir que de una excelencia superior. Desde mi vuelta a Barcelona y la creación de mi grupo de investigación hace 9 años, puedo afirmar que la FBG ha sido una parte fundamental durante las actividades científicas y de transferencia que desarrollo en la Universidad de Barcelona.

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