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Alimentos funcionales contra la obesidad infantil

La obesidad infantil ha alcanzado niveles alarmantes en las últimas décadas y se ha convertido en una de las principales preocupaciones de salud en la infancia. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), ya en 2016 se estimaba que había aproximadamente 41 millones de niños menores de cinco años con sobrepeso en todo el mundo. En España, según datos de la Agencia de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), cuatro de cada diez niños tienen exceso de peso, situándose entre los países de la Unión Europea con mayor prevalencia de obesidad y sobrepeso infantil.

Investigadores de la Universidad de Barcelona (UB) participan en un proyecto, liderado por la empresa Global Fruselva, para desarrollar y evaluar, mediante evidencias científicas robustas, ingredientes de origen natural y vegetal para la creación de nuevos alimentos funcionales que permitan mejorar y controlar el sobrepeso infantil.

“La infancia y la primera niñez (antes de los seis años) son períodos críticos que determinan la futura obesidad. Así, una tasa acelerada de aumento de peso corporal y sobrepeso durante el primer año de vida y en la primera infancia aumentan la probabilidad de desarrollar en la edad adulta obesidad y enfermedades asociadas, como diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y problemas de salud mental. Es en este contexto que el proyecto FARO-i cobra importancia, ya que busca abordar este desafío de manera efectiva y sostenible”, destacan Silvia Canudas y Joana Relat, profesoras de la Facultad de Farmacia y Ciencias de la Alimentación, que lideran la participación de la UB en un consorcio del que también forman parte la empresa de foodtech Ingredalia y la Universidad de les Illes Balears (UIB).

Efectos saciantes y antiobesogénicos

Los alimentos funcionales pueden ser una herramienta importante para combatir diferentes enfermedades. En este sentido, según los investigadores, abundantes trabajos científicos validan el uso de este tipo de productos y de sus compuestos bioactivos para prevenir la obesidad. “Los alimentos funcionales están diseñados para proporcionar beneficios para la salud más allá de la nutrición básica, como reducir la inflamación, aumentar la inmunidad y mejorar la salud digestiva; y es importante, para su correcta definición, conocer su impacto sobre la salud y los mecanismos asociados a sus efectos”, explican las investigadoras, que también forman parte del grupo Nutritional Cell Signalling de la UB.

En los tres años del proyecto se diseñarán y evaluarán mezclas de frutas y/o verduras que, en combinación con diferentes fuentes de compuestos bioactivos de origen natural, permitan abordar el sobrepeso infantil. Esta investigación se llevará a cabo desde dos enfoques complementarios. Por un lado, la búsqueda de compuestos con efectos saciantes, ya que, en palabras de las investigadoras, “la sensación de saciedad que persiste después de comer es un factor importante para evitar el consumo excesivo de calorías, que puede conducir al sobrepeso y a la obesidad”. Y, por otro lado, la incorporación de efectos antiobesogénicos.

En esta tarea, el grupo de la UB tendrá un rol determinante, ya que se partirá de resultados previos de este equipo de investigación, que han detectado que determinadas frutas, verduras o legumbres contienen compuestos bioactivos con efectos positivos sobre la salud que ejercen estos efectos, provocando cambios en el perfil metabólico de los consumidores.

Validación en modelos animales y en un estudio piloto con niños

Uno de los elementos clave del consorcio es la necesidad de validar científicamente los efectos de los productos identificados durante las diferentes fases de la investigación. “Comprender la comunicación entre los compuestos dietéticos bioactivos y nuestro genoma y el impacto en la salud y el bienestar requiere estudiar los mecanismos moleculares por los cuales los nutrientes y otros componentes bioactivos de los alimentos ejercen efectos beneficiosos y afectan el estado de salud”, subrayan las investigadoras.

En este sentido, las expertas de la UB también señalan que, a pesar de que existen en el mercado productos de parafarmacia orientados a la pérdida de peso, “muchas veces no tienen detrás evidencias científicas sólidas. Por ello, generar conocimiento para poder crear productos que sean amigables para su consumo por parte de los niños, pero que dispongan al mismo tiempo de una evidencia científica sólida sobre su efectividad a medio y largo plazo, se plantea como una buena estrategia para abordar este problema”.

El análisis del mecanismo de acción y la validación de los nuevos compuestos se llevará a cabo, en primer lugar, mediante estudios experimentales in vivo en un modelo de roedores con obesidad inducida por la dieta. Posteriormente, las formulaciones seleccionadas con mejores resultados se evaluarán en un estudio piloto con niños.

Apuesta por la sostenibilidad

Por último, otro de los elementos destacados del proyecto es la priorización de los ingredientes y productos más sostenibles, ya que durante todo el proceso se tendrán en cuenta elementos de proximidad y economía circular.

El proyecto, con referencia SCPP2200C009688, ha obtenido una subvención de 143.233,75 euros en el marco de la línea de proyectos de colaboración público-privada, convocatoria 2022, del Plan Estatal de Investigación Científica, Técnica y de Innovación 2021-2023, dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.

 

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